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Básicamente, la ropa interior térmica está hecha de materiales que tienen la capacidad de retener el calor cerca del cuerpo. En nuestro caso se trata de nailon. Este almacenamiento de calor permite regular bien la temperatura corporal. La tela también está tejida de forma densa, de modo que hay muchas pequeñas bolsas de aire junto a la piel. Éstas son también la razón decisiva para que no se pierda el calor.

La transpirabilidad juega un papel importante, especialmente en la ropa interior térmica, ya que sólo así se pueden evitar irritaciones desagradables y molestias antiestéticas. Si el cuerpo produce sudor, esto puede hacer que el material se adhiera a la piel y forme así un caldo de cultivo para las bacterias. Esto puede provocar infecciones de la piel y otros problemas. Especialmente las actividades deportivas nos hacen sudar rápidamente, por lo que es importante que la ropa interior funcional pueda absorber y evacuar el sudor.

Los calzoncillos térmicos de BodyVita están fabricados con un 73% de nailon, un material sintético que destaca especialmente por su alta estabilidad. Esto es lo que hace que los pantalones sean tan resistentes. Los calzoncillos térmicos también se componen de un 27% de spandex, que es otra palabra para elastano. Sin embargo, el término spandex es más común a nivel mundial. Este material es extremadamente elástico, lo que hace que la prenda sea muy cómoda de llevar. No corta la cintura y cede en las piernas al sentarse, lo que hace que nuestros calzoncillos térmicos sean muy cómodos.